La entrenadora privada de Ellen no puede resistir su apretado coño durante una intensa sesión de entrenamiento

Ellen pensó que había contratado a un entrenador deportivo profesional para que la ayudara a ponerse en forma, pero no sabía que su entrenador sólo tenía una cosa en mente: su apretado y húmedo coño. Desde el momento en que comenzaron su sesión privada, él no pudo apartar la vista de su cuerpo curvilíneo, y no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a hacer sus movimientos. Ellen, siendo la amateur cachonda que es, no pudo resistir la polla dura y palpitante presionando contra su culo. El entrenamiento rápidamente se convirtió en una sesión de sexo duro, con Ellen gimiendo ruidosamente mientras su entrenador golpeaba su coño como un animal salvaje. La realidad de su escena porno amateur era demasiado apasionante para soportarla, y ambos sabían que tenían que mantener este vídeo privado en secreto. Con cada embestida, el clítoris de Ellen hormigueaba de placer y no podía evitar gritar de éxtasis. Esta película privada era la máxima fantasía hecha realidad y ninguno de los dos quería que terminara. El polvo fue tan intenso que ambos se corrieron varias veces, dejándolos sin aliento y satisfechos. Esta escena de sexo amateur real era para los libros, y Ellen supo que había encontrado al entrenador perfecto, uno que podría brindarle el ejercicio de su vida, tanto física como sexualmente.